martes, 9 de junio de 2009

FERTILIZACION


La fertilización se utiliza con el fin de aumentar la productividad de la plantación, por tanto deben considerarse la adición controlada de ciertos elementos esenciales, como son el nitrógeno, el fósforo, el potasio, el magnesio, el calcio y el boro. Su adición se realiza por medio de sustancias químicas naturales o sintéticas. En Venezuela, el fondo nacional de investigaciones agropecuarias (Fonaiap), estima que para producir 25 Tn de racimos/ ha/ año, la planta de palma elimina 620 Kg. y utiliza 219 Kg. de nutrientes
El proceso de fertilización es considerado el más costoso en el manejo de la palma aceitera. La aplicación de fertilizantes se hace según el grado de deficiencia de nutrientes de la planta, la cual la determinan a través de diferentes métodos como son la observación de síntomas visuales, diagnostico foliar (análisis de tejidos de hojas), ensayos con fertilizantes y la interpretación de los análisis de suelo (físico, químico y microbiológico). Los resultados del diagnostico dependerán de otros factores como la edad de los cultivos, el tipo de suelo y el clima.

El diagnostico foliar, es el método más eficiente, se basa en la realización de ensayos de fertilización con sus respectivos análisis de suelos. Ensayos exitosos realizados en África, Malasia y América han establecido niveles críticos de elementos de la palma aceitera.

Los ensayos con fertilizantes son considerados una buena opción para determinar las necesidades de aplicación de fertilizantes pero presentan la desventaja de mostrar los resultados a largo plazo.

Los análisis de suelo, representa otro de los métodos que permiten determinar las necesidades de nutrientes de una plantación de palma. Consiste en realizar estudios a nivel de laboratorios por diferentes métodos físico químicos, que determinan el tipo de suelo de la zona en estudios, teniendo como diferencia las diferentes tablas elaboradas por los diferentes institutos de investigación agrícola del país. Consecuentemente con los resultados obtenidos se determino que las zonas productoras de palma en el país están ubicadas en áreas con distribución irregular con un solo ciclo de lluvias (Monagas. Yaracuy, Portuguesa y Apure) y áreas con distribución regular y dos ciclos de lluvias (Sur del lago de Maracaibo). Recomendándose en el primer caso aplicar la fertilización en dos partes una a la entrada y otra a la salida de las lluvias y para el segundo caso la aplicación debe realizarse al principio de cada ciclo es decir aproximadamente en los meses de abril y octubre.

La palma aceitera africana es una planta de alto potencial de producción y debido a su alta productividad, genera grandes volúmenes de biomasa en forma de hojas, inflorescencias, racimos, raíces y desarrollo del estipe; por esta razón, la extracción y uso de los nutrimentos en este cultivo es alto, unos provenientes de las reservas minerales que existen en el suelo, otros, producto del reciclaje de partes de la planta, también por efecto de fijación de los cultivos de cobertura y por residuos vegetales de los mismos y por último, por abonamientos producto de un programa de fertilización sistematizado que se inicia en la fase de previvero y se continúa en forma creciente a través de toda la vida útil del cultivo.


El programa de fertilización debe diseñarse tomando en cuenta el análisis químico del suelo, el análisis foliar, los niveles de rendimiento y la edad de las palmas.
La filotaxia en palma de aceite es idéntica a la del cocotero. De acuerdo con la organización foliar, hay palmas con hojas a la derecha o hacia la izquierda. Existen ocho espirales y los números de los rangos de las hojas de un mismo espiral van de ocho en ocho De esta forma, las hojas números 1, 9, 17 y 25 están en una misma línea curva llamada espiral. Esto es importante para el análisis foliar porque los contenidos de elementos minerales en palma de aceite se determinan, en la hoja 9 para palmas jóvenes, y en la 17 para las adultas.
Las mismas normas dadas para la toma de muestras de hojas en el cocotero se aplican a la palma de aceite. Las muestras se obtienen de 25 palmas distribuidas en 50 hectáreas. De la parte central de la hoja 9 o 17 se toman tres folíolos de un lado y tres del otro. De cada una de ellas se corta la parte media, en longitud de 15 cm. De éstas se elimina la nervadura central. Luego, se secan en una estufa a temperatura inferior a 105 0C y se envían al laboratorio para su análisis.
En palmas de 2,5 a 3 años, el crecimiento vegetativo domina. Sin embargo, durante la madurez, la producción de racimos es tan importante como el crecimiento. La producción de racimos y el crecimiento vegetativo alcanzan su máximo entre los 7 y los 10 años.
Una palma de aceite adulta elabora cada año 300 a 500 kg de materia vegetal: 80 a 230 kg de racimos, 150 kg de hojas y 20 kg de inflorescencias masculinas. A este material debe agregarse el correspondiente al tronco y a las raíces. De aquí se deducen las necesidades nutricionales de la palma que, en importancia, son: potasio, nitrógeno, calcio, magnesio, fósforo y boro.
Los niveles críticos de diferentes elementos en las hojas 9 y 17, expresados en porcentaje de materia seca, son:
Hoja
Nitrógeno
Fósforo
Potasio
Calcio
Magnesio
9
2,7
0,160
1,25
0,500
0,230
17
2,50
0,150
1,00
0,600
0,240

Los niveles críticos por debajo de estos porcentajes se consideran deficiencias.
Para la aplicación de fertilizantes, debe tenerse en cuenta que el mayor porcentaje de raíces absorbentes se encuentra a unos 25 cm de profundidad, y que las raíces se extienden en la misma forma que su follaje o corona.
La aplicación de los fertilizantes se hace en círculos de 0,50 m de radio en palmas al año del trasplante, de 1,50 m a los dos años, y de 2,00 m a los 3 años. El círculo se agranda en 0,50 m cada año.
La fertilización de palmas de vivero se hace con una mezcla formada por un bulto de superfosfato triple, un bulto de sulfato de potasio y uno de sulfato de magnesio. De esta mezcla se aplican 12 gramos a cada bolsa a los dos meses del trasplante. A esta dosis se aumentan 4 gramos cada dos meses hasta completar 25 gr. La fertilización se complementa con urea, a razón de 12 gramos por bolsa cada dos meses, hasta el momento del trasplante. Las deficiencias de boro se corrigen con Borax al 60%, disuelto en 10 litros de agua. De esta solución se aplican 100cm cúbicos a cada plántula, dos o tres veces antes del trasplante.
La fertilización para plantaciones jóvenes, hasta los tres años después del trasplante, expresada en gramos puede ser:
Fuente
0
1
2
3
Urea
125
250
-
-
Escorias Thomas
500
1.000
-
-
Cloruro de Potasio
250
500
550
1.250
Keiserita
-
500
500
650
Borax
-
50
75
75

En los primeros tres años, la palma de aceite exige más nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio. Al inicio de la producción, la palma requiere especialmente potasio, magnesio y boro.
Un programa de fertilización para plantaciones adultas puede ser:
Fuente
Kg/palma/año
Urea

1,0 – 2,0
Cloruro de Potasio
1,5 – 2,0
Cloruro de magnesio
1,0 – 1,5

La aplicación se hace cada seis meses, al iniciar el periodo de lluvias. Si se determinan deficiencias de boro, se aplican 100 gr por palma al año.

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